viernes, 9 de junio de 2017

EL ENTORNO LABORAL UNO DE LOS MAS ADECUADOS PARA LA DETECCION DE SINTOMAS DEPRESIVOS

Más del 70% de las bajas por trastornos mentales están causadas por ansiedad y depresión

Ocho de cada diez europeos que padecen depresión están en edad de trabajar, según datos del estudio 'El abordaje de la depresión en el ámbito del trabajo (2016)'. Entre estos, uno de cada diez sufre un episodio depresivo al año, con una duración media de 35,9 días por episodio. Este mismo estudio refleja que la depresión, patología a la que este año Naciones Unidas dedica el Día Mundial de la Salud, es una de las primeras causas de pérdida de productividad, absentismo laboral, incremento de accidentes laborales, utilización de los servicios de salud y jubilación anticipada. Tanto es así que en nuestro país los trastornos mentales son la segunda causa de baja por incapacidad temporal.
Sin embargo, el reconocimiento social de la depresión es aún complejo, ya que se trata de una patología estigmatizada. Sin embargo, una detección temprana y un tratamiento adecuado pueden ser clave para la recuperación. «Debemos desterrar esa vieja discusión entre el tratamiento farmacológico y el psicológico. No son excluyentes», afirma el doctor Cristóbal Colón, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
«Cuando no se utilizan los antidepresivos, una depresión de condicionamiento genético puede durar desde 6 hasta 18 meses, un largo periodo tras el que 3 de cada 4 personas lograrán superar la enfermedad, pero con un riesgo de recaída del 80%. Por el contrario, si la depresión se diagnostica y es tratada precozmente con fármacos antidepresivos habrá una mejoría franca antes de los dos meses y las probabilidad de recaída serán mucho más bajas que en el primer caso», señala el especialista.
Por esto, es fundamental reconocer los síntomas de un proceso depresivo para poder atajarlo a tiempo. El entorno laboral es uno de los más propicios para esto debido a la cantidad de horas que las personas pasan en sus puestos. «Pasamos mucho tiempo con nuestros compañeros y los síntomas depresivos resultan mucho más difíciles de ocultar en ese entorno», explica la psicóloga de Blua de Sanitas, María Díaz.
Síntomas de la depresión
Díaz detalla los indicios más comunes como son «insomnio, cambio insidioso en el apetito, fatiga, falta de energía, dificultad extrema para concentrarse y pensamientos negativos recurrentes». Según la psicóloga, la alarma ha de saltar cuando estos síntomas trastocan la vida cotidiana. En este sentido es importante resaltar que «la depresión no solo repercute en el estado de ánimo, sino que también afecta a nivel físico, mental y en la forma de representar la realidad».
Algunas de las situaciones que pueden ayudarnos a descubrir que una persona en nuestro entorno laboral está sufriendo una depresión serían las siguientes:
—Descuido progresivo de la higiene y la corrección en el vestuario.
—Aparición de creencias de inferioridad.
—Sentimiento de culpa.
—Disminución gradual de la actividad habitual en el trabajo, indecisión o cavilación sobre la misma idea.
—Somnolencia excesiva durante el día.
Estos síntomas aparecen de manera paulatina, por lo que su identificación puede no resultar sencilla.
Coste social
Según el estudio 'Impacto de la depresión en el trabajo' de la Asociación Europea de Depresión (EDA en sus siglas en inglés), el 21% de los trabajadores españoles ha sido diagnosticado de esta patología en algún momento de su vida.
En el plano europeo, más del 70% de las bajas por trastornos mentales están causadas por ansiedad y depresión. Los costes totales atribuibles a la depresión constituyen más del 1% del PIB de la eurozona. Además, la depresión tiene un coste anual indirecto de 92.000 millones de euros al año, por lo que su correcto abordaje repercute no solo en el bienestar emocional de los trabajadores, sino también en la productividad de las empresas y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
Fuente: www.larioja.com

EL PAPEL DE LOS PSICOLOGOS EN LA PREVENCION Y TRATAMIENTO DE LA DEPRESION. COMUNICADO DE LA EFPA

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud, que este año ha sido dedicado a la depresión, la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (European Federation of Psychologist’ Associations; EFPA) ha publicado el siguiente comunicado en el que reconoce la necesidad de intervenir de manera temprana en la depresión y resalta el papel fundamental que juegan los psicólogos en la lucha contra este problema de salud mental.
Comunicado de la EFPA en el Día Mundial de la Salud
“A lo largo de los años la investigación psicológica ha aportado un conjunto de conocimientos que son utilizados por los psicólogos para ayudar de manera eficaz a las personas a superar sus estados depresivos, sin embargo, la accesibilidad a la atención psicológica sigue siendo difícil en toda Europa”, explica Koen Lowet, psicólogo clínico y miembro del Comité Permanente de la EFPA de Psicología y Salud.
La OMS prevé que la prevalencia de la depresión, considerada uno de los problemas de salud mental más relevantes, aumentará y por lo tanto también lo hará su impacto en nuestros sistemas de salud. En Europa, se estima que la depresión se asocia a costes económicos que ascienden a los 136.300 millones de euros (datos de 2007), de los cuales 1/3 hace referencia a los gastos de los sistemas de salud.
Por lo tanto, la edición de este año del Día Mundial de la Salud está dedicada a la lucha contra la depresión, ya que plantea uno de los mayores desafíos de salud para los próximos años. "Los psicólogos desempeñan un papel crucial en esta lucha", dice Koen Lowet, "utilizando el conocimiento adquirido de la investigación psicológica, el psicólogo ayuda en la prevención, detección y tratamiento de la depresión en todo el mundo".
El papel de los psicólogos es probablemente bien conocido en los tratamientos de la depresión clásicos, más psicoterapéuticos. El tratamiento psicológico ha demostrado ser tan exitoso que se ha convertido en el tratamiento preferido de elección en la mayoría de las guías clínicas para la depresión leve y moderada.
No obstante, Lowet también llama la atención sobre otras formas mucho más eficaces de intervención psicológica como la prevención. "La prevención de la depresión mediante la modificación de estrategias conductuales, la enseñanza de estrategias eficaces de afrontamiento para lidiar con sucesos negativos de la vida o proporcionar una educación clara sobre lo que está sucediendo cuando las personas se sienten deprimidas, son a menudo medidas altamente eficaces que los psicólogos pueden hacer en un número limitado de sesiones".
Desafortunadamente, el acceso a la atención psicológica no siempre es fácil en la mayoría de los países europeos, a pesar de estos prometedores avances. Lowet confirma: "La mayoría de los países europeos continúan invirtiendo más en tratamientos médicos que en servicios psicológicos y menos aún en programas preventivos. Si queremos hacer frente a los desafíos del mañana, necesitamos cambiar nuestro enfoque e invertir más en la prevención de la depresión, así como en la accesibilidad de los servicios psicológicos y la investigación psicológica".
Julia Scharnhorst, psicóloga clínica y experta en salud mental ocupacional, manejo del estrés y resiliencia, añade: "En nuestro mundo basado en el conocimiento, los recursos mentales y la salud mental se vuelven más valiosos y más vulnerables. El objetivo es aumentar la resiliencia personal. Las personas resilientes son menos propensas a sufrir depresión u otros trastornos mentales".
Los grupos destinatarios para las medidas de prevención son los niños y los adolescentes, así como los adultos. "Las intervenciones preventivas pueden reducir la incidencia de nuevos episodios de trastorno de depresión mayor en un 25% y hasta en un 50% cuando se ofrecen en un formato de atención escalonada", afirma Scharnhorst. A nivel mundial, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años.
Pero no sólo el aumento de la salud mental es un objetivo a trabajar. Los psicólogos también analizan las causas subyacentes de la depresión y de otros trastornos mentales. La depresión es el resultado de una compleja interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos. Una de sus causas son los crecientes y mantenidos niveles de estrés - especialmente en el lugar de trabajo. Las personas que han sufrido episodios de malestar en su vida (por ejemplo, pérdida de trabajo, pérdida de seres queridos o trauma) son más propensas a desarrollar una depresión.
La depresión en sí misma puede causar niveles aún más altos de estrés y de disfunción y así aumentar la gravedad del trastorno. Se trata de un nuevo desafío para la sociedad que necesita los esfuerzos combinados de los expertos, los responsables políticos y los empleadores. "El uso completo de las estrategias de prevención de la depresión basadas en la evidencia aún no se ha realizado. Esta brecha entre lo que se sabe que es efectivo y la implantación de esas estrategias requiere todavía mucha acción y el fortalecimiento de los esfuerzos de investigación y difusión ", subraya Scharnhorst.
A finales de este año, la EFPA está organizando la Conferencia Europea de Psicología, que se celebra cada dos años en Amsterdam (11-14 de julio de 2017). La conferencia estará dedicada a "La Psicología dirigida a los mayores desafíos de la sociedad" y centrará su atención en las estrategias para prevenir y tratar la depresión y la organización de servicios psicológicos en los diferentes países europeos.

Fuente: EFPA (European Federation of Psychologists Associations

PORQUE A ALGUNOS LES ENCANTA MANDAR HASTA EN LA COMUNIDAD DE VECINOS

Hay personas que se orientan a resultados pase lo que pase, otros que prefieren sentirse uno más del grupo de amigos y otros que les encanta mandar aunque sea en la comunidad de vecinos.
Esas diferencias dependen de la motivación que tengamos. Lo que nos mueve a las personas ha sido un tema de estudios desde hace más de un siglo, pero fue David McClelland, profesor de Harvard, quien sugirió una clasificación más sencilla. McClelland clasificó las necesidades sociales que tenemos cualquiera de nosotros en tres grandes grupos: logro, afiliación y poder. Todos tenemos de las tres necesidades, pero lo interesante es entender cuál es la que más nos mueve o cuál es más importante en el trabajo que desempeñamos. Veámoslas:

  • A las personas orientadas al logro les motiva alcanzar resultados, superarse a sí mismas (o a otros), les gustan los retos, aguantan bien el estrés y, por supuesto, son exigentes. Pueden trabajar bien solos y les gusta cualquier retroalimentación positiva. Si tomáramos de referencia el deporte no profesional, sino el que hacemos la mayor parte de los mortales, la práctica del atletismo sería un buen ejemplo de motivación al logro.
  • Los afiliativos ponen el foco en las relaciones con las personas, les cuesta trabajar solos, prefieren la colaboración a la competición y tienden a conformarse con las normas del grupo. En el caso del deporte, las personas afiliativas preferirían todos aquellos que se practiquen en equipo o como me dijo una persona en un taller de liderazgo, “a mí me gusta jugar al fútbol con los amigos por las cañitas de después”. Un buen ejemplo afiliativo, sin duda.
  • A las personas orientadas al poder les atrae influir en otros, expresan emociones abiertamente y se esfuerzan porque el resto puedan seguirles. En este apartado, necesitamos diferenciar dos tipos de poder: el individualista o personal, que podría resumirse en “el poder lo tengo para salirme con la mía a costa de otros” (cuando alguien se aprovecha de un determinado puesto, ya sabemos qué clase de motivación tiene); o poder institucional o socializante, que su capacidad de influencia lo orienta a la consecución de objetivos comunes, como caracteriza a muchos líderes. En el caso del deporte, las personas orientadas al poder preferirán ser capitán, entrenador o árbitro (en las artes marciales o boxeo, por ejemplo, también se observa mucho este perfil y no siempre institucional).
  • Pues bien, todos tenemos las tres motivacionesNinguna es mejor o peor. Simplemente, su eficacia depende del tipo de trabajo que estemos desarrollando. De una forma u otra, a cualquiera de nosotros nos atrae orientarnos a los resultados, sentirnos parte de un equipo e influir en el resto. La diferencia está en la intensidad. Hay personas que por alcanzar un objetivo son capaces de sacrificar su tiempo libre sin problemas (logro), hay quien prefiere quedarse en un trabajo por el ambiente con los compañeros, aunque se aburra como una ostra (afiliación), y hay quienes prefieren trabajar en una casa regional porque tienen el cargo de tesorero (poder). Lo curioso es que dichas motivaciones van cambiando con el tiempo y nos condicionan qué trabajos nos gustan más o menos y en cuáles somos más brillantes.
    Si eres una persona muy orientada al logro, busca retos y desafíos. No te contentes con un trabajo estable pero que te estimula poco. Te acabará quemando. Si por el contrario, crees que la motivación afiliativa es la más importante para ti, cuida las relaciones personales y acepta puestos en donde se prime la colaboración, que no la competitividad interna. Y si lo tuyo es el poder institucional (del otro no hablamos), selecciona trabajos que te den visibilidad, que te permitan influir en otros aunque no sea con una posición jerárquica. Todo ello es por una razón muy simple: si tu trabajo no alimenta tus motivaciones, tarde o temprano entrarás en conflicto. Por ello, vale la pena conocer la motivación más importante que se requiere en el trabajo que realizas.
  • Fuente: EL PAIS

lunes, 5 de junio de 2017

LA DGT ANUNCIA LA CREACIÓN DE UNIDADES CON ATENCIÓN PSICOLÓGICA A VÍCTIMAS DE ACCIDENTES DE TRÁFICO

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la creación de unidades dedicadas exclusivamente a la atención a las víctimas de accidentes viales y a sus familiares. Dichas unidades, que se establecerán en cada una de las Jefaturas Provinciales de Tráfico, tendrán como objetivo coordinar, dirigir y organizar todas aquellas actuaciones relacionadas con las víctimas, centrándose, en especial, en proporcionar asesoramiento psicológico y jurídico posterior al accidente. Así lo ha comunicado Marta Seguí, directora general de Tráfico, en el transcurso de una reunión celebrada el pasado 17 de mayo con representantes de distintas Asociaciones de Víctimas de Accidentes de Tráfico.
Según Marta Seguí, y tal y como se recoge en la nota de prensa del Ministerio del Interior, "el momento posterior a un siniestro es cuando mayor apoyo y asesoramiento necesita la persona afectada o sus familiares, y ahí es donde las Jefaturas Provinciales de Tráfico tendrán un papel importante, por el servicio público que desarrollan, de apoyo psicológico o asesoramiento jurídico al ciudadano; ya que después de un accidente las circunstancias personales cambian radicalmente".
Se trata de una medida sin precedentes en nuestro país en lo que respecta al reconocimiento oficial de las necesidades psicológicas de las víctimas de accidentes de tráfico, ya que, por primera vez, contempla la creación de unidades especializadas dedicadas exclusivamente a la atención de estos afectados.

La Directora General de Tráfico ha informado, además, sobre sus próximas líneas de actuación para los próximos meses y entre las que se incluyen la puesta en marcha de planes formativos especializados y dirigidos a todos los agentes involucrados en la intervención en accidentes de tráfico, así como un plan de sensibilización nacional, tanto a nivel educativo como mediático, sobre la incidencia de los accidentes de tráfico en el colectivo de víctimas y sus familias.

Fuente: Ministerio del Interior

APORTACIONES DE LA PSICOLOGIA A LA SEGURIDAD VIAL

Tal y como establece el Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2015 de la Organización Mundial de la Salud, los accidentes de tráfico constituyen la primera causa de muerte en el mundo entre personas de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años (OMS, 2015). Las implicaciones de este problema están siendo tan importantes que en septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, fijó entre las nuevas metas “la reducción del 50% del número de muertes y traumatismos causados por accidentes de tránsito para el año 2020” (objetivo 3.6).
Actualmente, Europa se enfrenta además al desafío de reducir las cifras de siniestralidad en su red vial, ya que en el último año los accidentes de tráfico en las carreteras europeas han experimentado un repunte (el primero en lo que va de siglo), alcanzando las 26.000 víctimas mortales y los 135.000 heridos graves en 2015. En su informe, la Comisión Europea estima que el coste social de los accidentes con víctimas mortales y heridos ha ascendido, como mínimo, a los 100.000 millones de euros, por lo que no es de extrañar que la seguridad vial se haya establecido desde hace unos años como una “cuestión social de primer orden” (Comisión Europea, 2010).
En lo que respecta a nuestro país, España también está sufriendo este estancamiento en su lucha por reducir la siniestralidad vial, con 1.688 muertes en 2015, lo que equivale a una muerte cada cinco horas, siendo esta cifra similar al 2014 y ligeramente superior al 2013.
Los estudios que han analizado las causas de los accidentes de tráfico señalan como principal responsable al factor humano. Según el documento de la Dirección General de Tráfico titulado Cuestiones de Seguridad Vial, Conducción Eficiente, Medio Ambiente y Contaminación, si bien en los accidentes de tráfico intervienen múltiples factores, se estima que en el 90% de los casos las principales causas se atribuyen a malas decisiones de los conductores, distracciones, infracciones o a una conducción temeraria asociada al consumo de alcohol o drogas (DGT, 2011). De esta manera, sólo el 10% del total de accidentes es derivado de elementos externos al conductor, como pueden ser el estado de la vía, las condiciones climatológicas o las incidencias mecánicas de los vehículos implicados.
Teniendo en cuenta estos datos, que ponen en evidencia que la conducción debe ser entendida desde el punto de vista de una conducta en la que intervienen las emociones, las decisiones, la motivación, las aptitudes, los hábitos del conductor, etc., se puede comprender el importante papel que ha jugado, y juega, la Psicología en esta área.
La aplicación de conocimientos psicológicos en el ámbito del transporte, y específicamente en el del tráfico, se inició tras la aparición de los primeros vehículos propulsados por gasolina a finales del siglo XIX y su posterior fabricación en cadena. Este revolucionario sistema de locomoción planteó nuevas necesidades y demandas para garantizar la seguridad de los peatones y usuarios, tales como el proceso de formación y selección de los posibles conductores, el establecimiento de unas normas de circulación y sistemas de control de infracciones, el diseño de señales de regulación del tráfico, etc. De esta manera, los psicólogos se incorporaron al mundo del tráfico y la seguridad vial prácticamente desde los orígenes de este nuevo invento.
Hasta la fecha, el desarrollo de la Psicología en el ámbito de la conducción ha tenido una especial actividad en países como Alemania, Francia, Bélgica, Italia o EE.UU. Respecto a España, aunque su inicio fue más tardío, también se puede hablar de una “larga tradición” en este campo, siendo además uno de los pocos países en los que los psicólogos han tenido “una actividad profesional e intervención regulada legalmente, bastante ininterrumpida desde los años veinte” (Montoro, 1994).
A escala europea, en el año 1993, la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA), en un intento por formular unas recomendaciones comunes para la práctica de la Psicología del Tráfico y del Transporte en Europa y actuar como portavoz de los psicólogos europeos dedicados al tráfico, creó el Grupo de Trabajo de Psicología del Tráfico. La creación de este grupo, hoy en día constituido a través de una Comisión Permanente, es un reflejo de la consolidación y el reconocimiento de la actividad de los psicólogos en este campo, tanto a nivel de investigación como aplicado.
Tal y como reconoce la EFPA, actualmente la Psicología del Tráfico continúa siendo un área en plena expansión. El papel de la Psicología en la conducción y en la seguridad vial es destacado, gracias a sus aportaciones en la comprensión del comportamiento de los peatones y conductores, en la relación entre la conducta y los accidentes de tráfico, en los requisitos de formación necesarios para la conducción, en la adaptación de la infraestructura vial, en el diseño de vehículos adaptados, en la incorporación de nuevas tecnologías a la conducción, etc. No obstante, uno de los aspectos de la Psicología del Tráfico y del Transporte que más ha destacado ha sido la evaluación psicotécnica de los conductores, un área en la que actualmente trabaja un considerable porcentaje de psicólogos y que implica el diseño y aplicación de exámenes de aptitud para determinar la capacitación de los candidatos en el correcto desempeño de la conducción (EFPA, 2014).

Referencias:
OMS (2015). Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2015. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.
Comisión Europea (2010). Comunicado de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social europeo y al Comité de las Regiones. Hacia un espacio europeo de seguridad vial: orientaciones políticas sobre seguridad vial 2011-2020.
Dirección General de Tráfico (2011). Cuestiones de Seguridad Vial, Conducción Eficiente, Medio Ambiente y Contaminación. Madrid: Ministerio del Interior y Dirección General de Tráfico.
Montoro, L. (1994). Situación actual y perspectivas futures de la psicología del tráfico y seguridad vial. En M. E. Medina y A. Romero (coords.), La psicología como profesión. Madrid: Colegio Oficial de Psicólogos. Pp.: 305-332.
EFPA Standing Committee Traffic Psychology (2014). European traffic psychologists working for safe and sustainable transportation. Fit to Drive Conference, 8th International Traffic Expert Congress, 8-9 Mayo, Varsovia.

ESTUDIO SOBRE CONDUCCION Y DROGAS: FACTORES SUBYACENTES A CONDUCTAS DE RIESGO

En los últimos años, España ha experimentado un fuerte descenso en el número de los accidentes de tráfico, reducción que viene dándose de forma paulatina y constante desde hace décadas en todos los grupos de edad.
Sin embargo, a pesar de estas cifras, aún se producen comportamientos al volante (por ej.: velocidad inadecuada, distracciones al volante, ausencia de medidas de seguridad o consumo de sustancias) que provocan situaciones de riesgo y constituyen una parte fundamental en los datos actuales de siniestralidad vial en nuestro país.
Considerando que la investigación de los factores de riesgo asociados a la conducción puede ser una parte esencial en el abordaje del problema de la seguridad vial, el Área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre junto con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), han llevado a cabo un estudio a través del cual pretenden analizar los hábitos, las percepciones y las creencias de los jóvenes acerca de los riesgos asociados a la conducción.
Para tal fin, los autores han contado con una muestra representativa de jóvenes españoles entre los 16 y 30 años, estructurada en tres grupos de edad: de 16 a 19 años, de 21 a 24 y de 25 a 30 años.
Bajo el título Conducción y drogas: factores subyacentes a comportamientos de riesgo, el informe del estudio resume los datos más importantes obtenidos, que presentamos a continuación:
  • Gran parte de la movilidad de los jóvenes se asienta en un uso del vehículo, tanto “extendido”, pues cubre todo el espectro de lo cotidiano (acudir a trabajar, estudiar, incluso para “todo o casi todo”, si bien apenas se mencionan las salidas “de marcha”) como intensivo, en cuanto a su frecuencia: más del 85% son conductores habituales que usan este medio de transporte todos o casi todos los días. La edad en este caso es una variable que apunta a comportamientos diferenciados: los más mayores (27-30 años) utilizan el vehículo en mayor medida para acudir al puesto de trabajo o hacer turismo, y los más jóvenes lo hacen para salir de marcha.
  • El 71% de los encuestados asegura disfrutar mientras conduce, aduciendo como motivo la libertad e independencia que les aporta, siendo minoritaria la postura de quienes conducen por necesidad y no les gusta hacerlo (no llega al 6%).
  • En cuanto a la valoración del buen desempeño al volante, el 71,5% se declara “buen conductor”, principalmente hombres con antigüedad en el carnet, considerándose “mejores” o “mucho mejores” que el resto (62%), a quienes suelen calificar de forma menos generosa.
    Los calificativos más empleados a la hora de evaluar su estilo de conducción son: “tranquilos” (48,2%), “hábiles” (aproximadamente el 44%), y “respetuosos” (41,4%). Se detectan ciertas distorsiones si comparamos su autopercepción como conductores con la imagen que de ellos tienen los demás.
  • La “libertad” junto con “la responsabilidad”, seguido de “el placer” son los sentimientos principales de la conducción para un alto porcentaje de participantes. Las mujeres y la franja más joven parecen apuntar más a la “libertad”, mientras que los hombres y conductores habituales encuentran más “placer” en la conducción que el resto.
  • En opinión de los encuestados, una buena conducción se caracteriza por la consecución de varias pautas, principalmente por la “prudencia”, el “respeto de las normas y señales” y la “adaptación a las circunstancias” de la vía y del tráfico. Salvo pequeños grupos de jóvenes, la mayoría apuesta por una conducción en la que prima el sentido de la responsabilidad, rechazando las actitudes arriesgadas al volante, lo que, en palabras de los autores, evidencia que "riesgo y conducción son dos conceptos no necesariamente relacionados entre sí".
  • Menos de un 60% de los jóvenes consultados ha afirmado que utiliza el vehículo en salidas de ocio festivo, y existe un fuerte rechazo a vincular conducción y consumos de sustancias.
  • Con respecto a la percepción sobre los efectos del consumo de sustancias como factor de riesgo en el caso de accidentes, el riesgo percibido se incrementa de forma mayoritaria, especialmente con la cocaína (85%) y las pastillas (90%), siendo menos tajante la opinión relativa al impacto del alcohol y el cannabis.
    No obstante, si bien la amplia mayoría “nunca” ha conducido bajo los efectos de sustancias, hay también porcentajes que apuntan a ciertos consumos: un 35,7% admite haber conducido bajo los efectos del alcohol al menos alguna vez y un 3% a menudo en los últimos seis meses.
    El perfil de los conductores que han consumido alcohol antes de utilizar un vehículo al menos alguna vez en los últimos seis meses son según el informe: “hombres, de edades comparativamente altas, que trabajan o compatibilizan estudios y trabajo, que residen en entornos rurales, con una alta antigüedad de carnet y conductores habituales”. Los bebedores frecuentes perciben mucha menor posibilidad de incremento de accidentes si se consume alcohol.
  • Cuando se pregunta por los consumos de sustancias cuando no se es el conductor, pero se emplea un vehículo cuyo conductor las ha ingerido, los datos se incrementan, siendo aún más elevadas las cifras sobre consumo de alcohol y cannabis.
  • Los datos muestran cómo las percepciones sobre las drogas, vistas en genérico y en conjunto, identifican más peligros que cuando se especifican las sustancias.
  • Teniendo en cuenta los puntos anteriores, aunque un 94,7% de los encuestados declara contar con “mucha o suficiente” información sobre prevención, los autores del estudio identifican un grupo minoritario que apuesta claramente por las maniobras más “adrenalíticas” que, junto con el hecho de que la prudencia se asocie con una cierta situación de torpeza, resultan incompatibles con las maniobras preventivas.
    Los datos recogidos muestran una doble convicción: se consideran buenos conductores y/o bastante mejores que el resto. Tal y como indica el documento, esta elevadísima autoestima podría influir en un incremento de la seguridad al volante, facilitando posibles comportamientos imprudentes “por exceso de confianza en los propios recursos, por negación de las limitaciones personales, e incluso por llevar a comportarse (y a exhibirse) de acuerdo con ese plus de capacidades o habilidades”.
    El sesgo de autoconfianza en esta minoría le lleva a afirmar que sus recursos personales, su habilidad en el campo que sea (al conducir, al beber o al consumir otras sustancias), hacen más por la seguridad que los protocolos o las normas reguladores del colectivo, y, en los casos en que se normaliza el consumo de algunas drogas institucionalizadas, alcohol y cánnabis, a banalizar sus riesgos.
Para acceder al informe, pincha el siguiente enlace:

29 MILLONES DE DROGODEPENDIENTES: SOLO UNO DE CADA 6 RECIBE TRATAMIENTO

29 millones de personas presentan problemas asociados con las drogas, pero sólo una de cada seis recibe tratamiento para este problema. Este es uno de los datos aportados en el Informe Mundial sobre las Drogas-2016 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que muestra un repunte, por primera vez en seis años, en el número de personas adultas con trastornos asociados con las drogas.
El informe, publicado en junio, se compone de dos capítulos. En el primero, se analiza la situación actual respecto a la oferta y consumo de opiáceos, cocaína, cannabis, estimulantes de tipo anfetamínico y nuevas sustancias psicoactivas, así como sus efectos en la salud y los datos científicos disponibles sobre el policonsumo de drogas, la demanda de tratamiento para los problemas de abuso de cannabis y la progresión de consumo de esta sustancia en diferentes países en relación con su legalización. El segundo capítulo del informe aborda las implicaciones de estos resultados respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Tal y como se describe en el documento, “el impacto del consumo de drogas en lo que respecta a sus consecuencias para la salud sigue siendo devastador”. En concreto, el informe establece que 1 de cada 20 adultos (lo que equivale a 250 millones de personas entre 15 y 64 años) consumieron por lo menos una droga en el año 2014, siendo el número de muertes asociadas a este problema de 207.400 (es decir, 43,5 muertes por millón de personas). Dentro del grupo de consumidores, se calcula que al menos 29 millones de personas tienen trastornos relacionados con el consumo de drogas y que 12 millones son consumidores por inyección (de los cuales el 14% presenta VIH).
Algunos de los resultados del informe muestran que:
  1. El consumo de heroína (la droga que provoca una mayor mortalidad por su asociación con muerte por sobredosis) se ha visto aumentado en los últimos dos años especialmente en algunos países de América del Norte, Europea Occidental y Central.
  2. El consumo de cannabis continúa liderando la lista sobre drogas más consumidas con un cálculo estimado de 183 millones de personas consumidoras de cannabis, seguida de las anfetaminas.
  3. La legalización del cannabis ha ido acompañada de una mayor aceptación social de esta droga y de un aumento de su consumo, elevándose también el número de personas que han acudido a consulta en busca de tratamiento para este problema.
  4. Se observa una fuerte asociación entre el consumo de estimulantes por inyección y prácticas sexuales de riesgo e infección con VIH.
  5. Los centros penitenciarios se identifican como uno de los contextos en donde el consumo de drogas es especialmente elevado y problemático por sus consecuencias para la salud y el elevado riesgo de contagio de enfermedades como VIH, hepatitis C y tuberculosis.
  6. Los hombres presentan una mayor probabilidad de consumir cannabis, cocaína o anfetaminas frente a las mujeres que presentan una tendencia mayor hacia el consumo de opioides y tranquilizantes sin prescripción médica. Si bien el porcentaje de consumidores de drogas es prioritariamente masculino, los expertos señalan con preocupación el patrón de consumo observado en el grupo de mujeres, por sus efectos especialmente nocivos para la salud.
Teniendo en cuenta estos datos, el informe resalta la importancia de invertir mayores esfuerzos en la prevención y tratamiento del consumo de drogas para asegurar el logro de los compromisos recientemente adoptados en la Sesión Especial  de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de drogas. A la luz de los datos, el número mundial de muertes sigue siendo “inaceptable y evitable”, destaca el informe.

El documento puede descargarse en el siguiente enlace:

EL SUICIDIO SIGUE SIENDO LA PRINCIPAL CAUSA DE MUERTE NO NATURAL EN ESPAÑA

En 2015, la tasa de suicidios en España disminuyó un 7,9% con respecto al año anterior. Sin embargo, a pesar de romper con la tendencia creciente que se venía observando desde hace cuatro años, continúa siendo la primera causa de muerte externa en nuestro país.
Así alerta el último informe elaborado por el Observatorio del Suicidio de la Fundación Salud Mental España, una institución privada sin ánimo de lucro cuyo objetivo es el de fomentar la salud mental y prevenir los trastornos mentales y el suicidio.
En línea con su propósito de actualizar, analizar y divulgar la información relativa a este problema en nuestro país -principalmente su magnitud epidemiológica, impacto social y prevención-, el Observatorio ha elaborado las Estadísticas de Suicidio 2015, un documento anual de elaboración propia creado a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las siguientes son las principales conclusiones de este informe:
  • En 2015, se produjeron 3.602 suicidios en España: 3 de cada 4 eran hombres y 1 de cada 4, mujeres (74,4% frente al 25,6%). Esto supone una media de casi 10 suicidios diarios.
  • Comparando los datos, se observa una reducción en la tasa de suicidios (un 7,9% menos con respecto al año 2014), tanto en mujeres como en hombres, rompiendo así con lo que parecía una tendencia al alza desde 2010.
    Sin embargo, el suicidio se mantiene como la principal causa de muerte no natural en España, produciendo más del doble de muertes que los accidentes de tráfico, 13 veces más que los homicidios y 67 veces más que la violencia de género, siendo también la primera causa absoluta de muerte entre varones de 15 a 29 años y la segunda, después de los tumores, en mujeres de estas edades.
  • Asimismo, bajo otras causas externas (ahogamientos y envenenamientos, caídas u otros accidentes) "pueden ocultarse muertes por suicidio" que, por distintos motivos, no son asignadas a esta causa.
    El ahorcamiento es el medio utilizado en casi la mitad de los suicidios, siendo los varones quienes lo utilizan en la mayoría de los casos. El método mayoritario en las mujeres es saltar desde un lugar elevado. Las otras mayores diferencias entre sexos son la ingesta de fármacos y los envenenamientos, empleadas en mayor medida por las mujeres, y las armas de fuego, mucho más utilizadas por los hombres.
  • Aunque en ambos sexos se registra un mayor número de suicidios entre los 40 y los 49 años, el riesgo aumenta con la edad, principalmente en varones, pudiendo llegar a multiplicarse por 6 en relación con las edades más tempranas; en el caso de las mujeres, ese riesgo se triplica.
  • En coherencia con la disminución del número de suicidios, las tasas por 100.000 habitantes también han decrecido.
    La media española registra una ratio hombres/mujeres de 2,9:1 suicidios. En los casos de Castilla-La Mancha y Extremadura, esta ratio es especialmente elevada (en torno a 5:1), mientras que Navarra registra un inexplicable 1:1.
    Por Comunidades Autónomas, Asturias y Galicia poseen las mayores tasas de suicidio por 100.000 habitantes, mientras que las menores las registran Extremadura y la Comunidad de Madrid, situándose la media estatal en 7,76.
  • Aún con todo, España posee unas tasas de suicidios significativamente menores que otros países, en una lista que encabezan algunos países exsoviéticos (Lituania, Rusia, Eslovenia, Hungría) y orientales (Corea del Sur, Japón). En su parte más baja (tasas <6/100.000 hab.) se sitúan Brasil, México, Colombia, Grecia, Turquía y Sudáfrica.
  • Mientras que las políticas preventivas como las de tráfico parecen haber conseguido disminuir la cifra de víctimas por este motivo, en España faltan todavía planes o estrategias de prevención del suicidio que también podrían reducirlo.
El documento finaliza recogiendo una serie de estrategias a tener en cuenta para prevenir las conductas suicidas:
  1. El suicidio se puede prevenir, como los accidentes de tráfico o los homicidios. Sólo hacen falta políticas y programas de prevención, prácticamente inexistentes en la actualidad en España. Hay que hacerlos.
  2. Incidir en la población adolescente y anciana.
  3. Hay que proporcionar pautas prácticas de actuación a educadores, familiares cuidadores y profesionales sanitarios.
  4. Hay que difundir información veraz, científica, disminuyendo el oscurantismo y el estigma asociados históricamente al suicidio.
  5. Hablar adecuadamente sobre el suicidio ayuda a prevenirlo.
En relación con los resultados de este informe, el presidente de la FSME, Andoni Anseán, ha recordado que “la conducta suicida (ideación suicida, intentos y suicidios) probablemente sea el problema de salud pública más acuciante en todo el Sistema Nacional de Salud”, sin embargo, subraya la importancia de valorar muy positivamente la disminución registrada en las tasas con respecto a años anteriores, debida probablemente, a la “cada vez mayor sensibilización y capacitación de los profesionales sanitarios hacia ella”, pero sin dejar de recordar que en la actualidad, nuestro país no cuenta con ningún plan o Estrategia Estatal para la prevención del suicidio.

Fuente: Fundación Salud Mental España 
Informe completo en el siguiente enlace:

sábado, 3 de junio de 2017

LA PREVENCION DE LA VIOLENCIA EN LA INFANCIA DEBERIA SER PRIORIDAD MUNDIAL

“La sociedad en su totalidad es responsable de proteger a los niños y luchar contra la violencia en la infancia”. Así lo afirma el Informe titulado Protecting children from violence: next steps for effective strategies (Proteger a los niños de la violencia: próximos pasos para estrategias eficaces), un documento donde se recogen las conclusiones de la Conferencia Wilton Park (Foro internacional para la discusión estratégica), coorganizada en noviembre del pasado año por el Consejo de Europa.
Dicha organización internacional de ámbito regional tiene como objetivo promover, mediante la cooperación de los Estados de Europa, la configuración de un espacio político y jurídico común en el continente, sustentado sobre los valores de la democracia y los Derechos Humanos; en base a este propósito, ha llevado a cabo diferentes estrategias sobre los derechos del niño, actuando como impulsora en la implementación de las recomendaciones del Estudio de la Secretaría General de Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños y emprendiendo campañas e iniciativas de sensibilización.
Concretamente, su Estrategia para los Derechos del Niño 2016-2021, lanzada en abril de 2016, orienta a sus Estados miembros durante los próximos seis años en cinco áreas prioritarias, una de las cuales es la necesidad de promover una vida libre de violencia hacia los niños; asimismo,  la Estrategia subraya que, de acuerdo con los datos del Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños, el objetivo 16.2 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible posterior a 2015, exige la eliminación de todas las formas de violencia contra los niños para el año 2030.
En relación con lo anteriormente expuesto, la Conferencia Wilton Park permitió a las principales partes interesadas a nivel local, regional, nacional e internacional:
- Identificar conjuntamente los desafíos pendientes, las oportunidades y el enfoque estratégico de nuevas acciones para promover y apoyar las reformas legales e institucionales en la aplicación de normas internacionales y europeas pertinentes en este ámbito, contribuyendo de manera significativa al seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en el ámbito de la violencia contra los niños y de cara a alcanzar el objetivo 16.2.
- Involucrar e intercambiar experiencias y buenas prácticas, así como desarrollar nuevas orientaciones políticas para acelerar la implementación de compromisos a nivel estatal.
- Identificar opciones y áreas para fortalecer los mecanismos de monitoreo y seguimiento, garantizando así que los derechos de los niños a la protección sean respetados.
El Informe resultante de la Conferencia alberga las principales cuestiones abordadas durante la misma, que giraron en torno a los siguientes temas: el castigo corporal, la violencia sexual contra los niños, la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado y el matrimonio infantil, el entorno digital, la radicalización y el extremismo violento.
Las propuestas que adjunta el documento en aras de mejorar la formulación de políticas, incluyen formas de incrementar la participación de los jóvenes, acrecentar el uso de datos e integrar las evaluaciones de riesgos, así como los medios a través de los cuales se podría lograr un seguimiento más eficaz.
Los puntos clave surgidos tras un intenso debate fueron los siguientes: la mejora o fortalecimiento de las leyes nacionales, la importancia de mantener la prevención de la violencia contra los niños en la parte superior de la agenda política (garantizando, de forma paralela, una financiación suficiente), la existencia de oportunidades y la necesidad de rendición de cuentas en la prestación de servicios, la clarificación del papel del sector privado en ausencia de la participación del Estado, asegurar que las voces de los niños sean escuchadas y atendidas apropiadamente de acuerdo con sus necesidades, abordar la responsabilidad de los proveedores de servicios de Internet y los medios de comunicación, una mayor responsabilidad y una supervisión más eficaz en el contexto en que se ha producido la violencia contra los niños, etc.
Asimismo, se puso de relieve el papel clave de la prestación de servicios eficaces y eficientes en la erradicación de la violencia en la infancia. Estos servicios deben estar centrados en el niño y ser accesibles, identificando y cubriendo adecuadamente las necesidades, y monitoreando y evaluando todo el proceso a través de mecanismos relevantes. En este punto, se resaltó también la trascendencia de desarrollar normas mínimas y requisitos para trabajar con los niños, entre ellos, la formación específica de los profesionales en materia de violencia contra la infancia.
Sin embargo, el Informe lamenta que, a pesar de los numerosos desafíos y riesgos identificados, la importancia que se concede a otros problemas sociales por encima de éste, hace que la violencia contra los niños no se integre en la conciencia pública y política; por ello, apela a la voluntad política, no sólo para ratificar las Convenciones, sino para asegurar que haya fondos suficientes para cimentar una implementación significativa.
En línea con lo anterior, el documento manifiesta que para lograr un cambio es esencial la acción emprendida por la sociedad: desde legisladores políticos y personalidades conocidas, hasta organizaciones y personas voluntarias, que estén dispuestos a comprometerse y aumentar la visibilidad de este grave problema. En última instancia, recuerda, “la acción debe involucrar a familias y cuidadores”.

El informe completo se encuentra disponible a través del siguiente enlace:

Protecting children from violence: next steps for effective strategies

MAS DE UN 50% DE LOS FUMADORES QUE SE HAN SOMETIDO A UNA TERAPIA PSICOLOGICA SIGUEN SIN FUMAR AL AÑO DE COMENZARLA

Más del 50 por ciento de los fumadores que se han sometido a un terapia psicológica sigue sin fumar al año de comenzarla, según ha informado el psicólogo clínico del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, Pedro Adrados, con motivo del Día Mundial sin Tabaco. "Desde un punto de vista psicológico se trabaja tanto a nivel cognitivo, por ejemplo, modificando la percepción del riesgo de fumar y aumentando los niveles de autoeficacia en cuanto a la propia capacidad, como a nivel conductual,analizando y modificando situaciones y estímulos antecedentes y consecuentes asociados a la conducta de fumar, como pueden ser olores, sabores o ambientes, intentando reducir progresivamente estas señales".
Y es que un 60% de los fumadores han intentado alguna vez dejar de fumar, sin embargo anualmente sólo un 4% lo consigue, un porcentaje de éxito muy bajo, que puede ser explicado en parte por el hecho de que la mayoría de intentos se realizan sin ayuda.
Lo fundamental a la hora de afrontar una terapia de deshabituación tabáquica es tomar la propia decisión de dejar de fumar. Algunas personas podrán hacerlo solas, pero la mayoría necesitará ayuda adicional y la combinación de terapia psicológica y farmacológica puede duplicar, e incluso triplicar, las probabilidades de éxito.
No obstante existen determinadas variables asociadas a una menor efectividad del tratamieto como, por ejemplo, la menor edad de inicio al hábito de fumar, la ausencia de intentos previos, una mayor adicción a la nicotina, padecer depresión previa o sufrir otras enfermedades, la enfermedad obstructiva pulmonar crónica o una patología cardiovascular.
Fuente Infosalus.com

EL SECRETO DEL STRESS QUE NO CONOCES Y QUE LO CONVIERTE EN TU ALIADO

Las últimas investigaciones están demostrando que el estrés puede ser positivo para tu vida. Pero depende de algo que está en tus manos.

El estrés ha tenido el sanvenito durante décadas. Se le atribuye el origen de muchos problemas de salud, como trastornos gastrointestinales o enfermedades cardio-vasculares. Casi nada. Y además, existe la creencia colectiva que tener una vida estresada es de lo menos recomendable para nuestras relaciones personales. Pero, ¿todo ello es verdad?
La ciencia, que se esmera en comprobar si nuestras creencias son ciertas o no, se ha puesto manos a la obra para verificar si el estrés es el origen de tantos trastornos. Hay un primer dato que lo pone en duda, como cuenta Kelly McGonigal, psicóloga de Stanford. Después de un estudio a más de 30.000 adultos en Estados Unidos durante ocho años, se analizó el grado de estrés que tenían y se comprobó quiénes habían fallecido. Para aquellos que vivían una vida muy estresada, las probabilidades de morir se incrementaban un 43 por ciento. Hasta aquí se confirma la creencia colectiva, pero existe una importante matización. “Pero eso solo fue cierto para aquellos que pensaban que el estrés era perjudicial para la salud”, dice McGonigal en su charla TED vista por más de diez millones de personas. Es decir, lo que pensemos sobre el estrés es lo que lo convierte en un aliado o en un enemigo. Y lo más apasionante, depende de nosotros.
Al igual que podemos tener una mentalidad de crecimiento o fija y pensamos que nuestros éxitos son por nuestros esfuerzos o por nuestra genética, también podemos desarrollar una mentalidad más o menos amable con respecto al estrés que vivimos. Y esta se puede modular, como demostró Alia Crum en la Universidad de Yale en un experimento. Se pidió a un grupo de estudiantes que visionaran unos videos breves sobre los efectos del estrés en la salud, en el rendimiento y en el aprendizaje durante una semana. A unos, los videos ofrecían una mirada amable y a otros se les ponía en la peor de las situaciones. Pasada una semana, se midió qué tipo de mentalidad tenían los estudiantes frente al estrés. Curiosamente, aquellos que habían visionado videos con tono amable, tenían una mirada mucho más positiva frente al estrés que aquellos que habían visto videos hablando en tono negativo. Por ello, en la medida que conozcamos los beneficios del estrés, podremos desarrollar una mentalidad que nos ayude a afrontarlo con éxito.
¿Y cuáles son sus beneficios? Hay varios. Por un lado, el estrés nos genera adrenalina, lo que nos aporta energía para hacer cosas que nos dan una pereza increíble. Y si no, recuerda cuando has dejado algo importante para el último momento. Puedes pensar que ha sido por falta de organización, pero quizá inconscientemente buscabas luchar contra el tiempo, generar adrenalina y así encontrar un pequeño reto. También nos ayuda a impulsar la oxitocina, más conocida como la hormona del amor, porque nos acerca a las otras personas, como explica McGonigal. En definitiva, el objetivo no es tener una vida estresante, que no es la panacea, sino saber que si queremos que no nos haga más daño, necesitamos contemplar también su parte amable. Y lo que demuestra la ciencia es que dicha mirada depende de nosotros y no solo de lo que nos ocurra.

Fuente: El Pais

EL ASPECTO, EL ATUENDO O LLEVAR GAFAS, SON LOS PRINCIPALES MOTIVOS DE BULLYNG EN EUSKADI

El aspecto físico, la forma de vestir o llevar gafas es el principal motivo de bullying en Euskadi. Además, son las chicas quienes en mayor medida observan el acoso por la apariencia o llevar un estilo de ropa determinado. Esta es una de las conclusiones del informe La Igualdad de Género en la Educación Primaria y ESO en el País Vasco, una investigación realizada por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) en base a las respuestas dadas por el alumnado de 4º de Primaria y 2º de la ESO en la última edición de la Evaluación de Diagnóstico 2015, donde por primera vez se abordó la percepción que tiene el alumnado vasco sobre la igualdad.
Según el estudio que acaba de publicar el ISEI-IVEI, casi seis de cada diez estudiantes de Primaria y la mitad de Secundaria asegura haber sido testigo de “casos de acoso continuo” en el colegio. El aspecto exterior se presenta como el principal detonante del bullying, entendido como un acto continuado de exclusión, rechazo o violencia entre compañeros. Y esta percepción de acoso se intensifica a medida que avanza la edad. Así, el 26% del alumnado de Primaria dice haber visto víctimas de maltrato por este motivo, porcentaje que sube al 38% en ESO.
Pero tal y como refleja el informe, el sexo (ser chico o chica) gana peso entre aquel alumnado que confiesa haber sufrido acoso durante el curso pasado (el 38% en Primaria y el 14% en ESO). La investigación realizada por el instituto de investigación dependiente del Gobierno vasco, los chicos son víctimas de maltrato con mayor frecuencia que las chicas en todas las situaciones y en ambas etapas, a excepción de las chicas de 2º de ESO debido a las características físicas. Además hay un porcentaje más elevado de estudiantes de la red pública (5% más en Primaria y un 2% más en ESO) que dice haber sufrido bullying, un fenómeno que afecta en mayor medida al alumnado más desfavorecido.
Ante la pregunta en ESO acerca de la detección de conductas homofóbicas o lesbofóbicas, los chicos parecen sufrirlo con más frecuencia que las lesbianas. En concreto, el 15,7% del alumnado de este ciclo que realizó la Evaluación de Diagnóstico de 2015 asegura que han visto situaciones de maltrato por considerar a un compañero gay y un 5,2% por ser considerada lesbiana. Aunque solo un 1% del alumnado que dice haber sido víctima de acoso el curso pasado afirma que su orientación sexual haya sido el desencadenante del problema con su agresor. Esta situación se percibe con más frecuencia en los colegios de la red pública que en los de la concertada.
El estudio también apunta que la convivencia con compañeros y compañeras de diferente cultura, religión o país de origen “eleva el grado de aceptación del alumnado con otras características, tanto en las chicas como los chicos”. Por tanto, la diversidad se presenta como un antídoto a un fenómeno sobre el que cada vez hay mayor sensibilidad social y que se incrementa a medida que aumenta la edad. Según los datos aportados este mismo año por el Departamento de Educación acerca de la evolución del acoso escolar, durante el curso 2015-2016 se registraron 121 casos de maltrato entre iguales, el doble que el curso anterior. Estos 121 casos representan el 25% de las denuncias presentadas y que se comprobó que se correspondían con situaciones de acoso real.
Según el Gobierno vasco, en ESO es donde se produce el mayor número de casos de maltrato, aunque también es significativo el número en la etapa final de la educación Primaria. El 61 % de las víctimas se produjeron en el ámbito de la Enseñanza Secundaria aunque entre los 6 y los 11 años se han registrado 47 casos el último curso. Este problema se produce prácticamente en igual cantidad en centros concertados y públicos, aunque en algo mayor medida en estos últimos y también son más frecuentes entre los chicos que entre las chicas.
Respecto a la modalidad de acoso, la agresión verbal es la más repetida (43%), seguida de la exclusión y marginación social (25%), las agresiones físicas (16%), la intimidación, el chantaje o la amenaza (11%), mientras menos del 1 % corresponde a abuso sexual. El trabajo de prevención se verá reforzado con un Plan de Acoso Escolar que la consejería de Educación espera tener listo para final de este año y para el que se ha constituido un equipo de profesionales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Fuente: Diario Deia

LA INTERVENCION PSICOLOGICA DEBERIA SER UNO DE LOS TRATAMIENTOS DE PRIMERA LINEA PARA LA FATIGA ASOCIADA AL CANCER

El ejercicio, la intervención psicológica así como la combinación de ambos son más eficaces que cualquier terapia farmacológica, en el tratamiento de la fatiga relacionada con el cáncer.
Así concluye un estudio publicado en la revista JAMA Oncology, bajo el título "Comparison of Pharmaceutical, Psychological, and Exercise Treatments for Cancer-Related Fatigue" (Comparación del tratamiento farmacéutico, psicológico y la terapia de ejercicio para la fatiga asociada con el cáncer).
Como bien señalan los autores, la fatiga relacionada con el cáncer es uno es uno de los efectos secundarios más adversos y más frecuentes del cáncer, experimentado por los pacientes durante el tratamiento e, incluso, después del mismo, pudiendo persistir durante años. Su gravedad se refleja en una reducción de la capacidad del paciente para participar en actividades vitales esenciales, “socavando así su calidad de vida y reduciendo potencialmente la supervivencia global”.
Con el propósito de determinar la eficacia correspondiente a cada uno de los cuatro tratamientos más comúnmente recomendados (a saber: la intervención psicológica, la terapia de ejercicio, la combinación de ambas, y la intervención farmacológica), se llevó a cabo un meta-análisis de 113 estudios únicos -con una muestra de 11.525 participantes-, comparando el efecto de cada uno de esos tratamientos e identificando las variables independientes asociadas a la respuesta a cada uno.
Los datos revelan la eficacia de la terapia de ejercicio, la intervención psicológica, así como la aplicación conjunta de ambas en la mejora de los síntomas de la fatiga durante y después del tratamiento primario; asimismo, los resultados sugieren que esta eficacia en el tratamiento de la fatiga se asocia con diversos factores, tales como el estadio del cáncer, el estado del paciente antes del tratamiento, el formato y la modalidad del tratamiento experimental, el tipo de intervención psicológica, las características de la condición de control o la medida de la fatiga.
Este meta-análisis es también el primero en demostrar que ciertos modos de intervención pueden ser más eficaces para abordar la fatiga en diferentes puntos del proceso del tratamiento del cáncer. Por ejemplo, el ejercicio puede ser más eficaz para los pacientes que reciben tratamiento primario, mientras que la intervención psicológica y la combinación de esta junto con el ejercicio, ofrecen mejores resultados cuando ya se ha completado el tratamiento primario.
Los autores del estudio concluyen resaltando las bondades tanto del ejercicio como de las intervenciones psicológicas y el importante papel que juegan en la reducción de la fatiga durante y después del tratamiento del cáncer, siendo, “significativamente mejores que las opciones farmacéuticas disponibles”, por lo que, recomiendan, deberían ser “prescritos por los médicos como tratamientos de primera línea”.

FuenteJama Oncology
El documento se encuentra disponible a través del siguiente enlace:

CLAVES PARA LA PREVENCION DEL SUICIDIO EN ADOLESCENTES

El suicidio adolescente es un asunto muy serio que se ha convertido en un problema creciente de salud. En España es la primera causa externa de muerte. Además es la primera causa absoluta de muerte en los varones de 15 a 29 años y la segunda causa, después de los tumores, en las mujeres de la misma edad.
Según la literatura, la presencia de un trastorno mental es el principal factor de riesgo de suicidio; aunque existen también otros componentes que influyen, como: la edad, el género, el grupo étnico, la dinámica familiar o los eventos estresantes de la vida.
En concreto, según una investigación del Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU., más del 90% de las personas que se suicidan presentan depresión y otros trastornos mentales, así como trastornos de abuso de sustancias. Estos factores de riesgo, se suelen combinar con otras circunstancias externas que hacen que los adolescentes vulnerables se vean incapaces de afrontar los desafíos de la vida. Algunos ejemplos de estos estresores son: problemas disciplinarios, pérdidas personales, violencia familiar, confusión en la orientación sexual, abuso físico o sexual, o ser víctima de acoso.
El suicidio es un evento relativamente raro y es difícil predecir con exactitud qué personas con estos factores de riesgo finalmente intentarán suicidarse. Sin embargo, es importante detectar a los jóvenes en riesgo, observando los signos previos, ya que un tratamiento adecuado podría salvar muchas vidas.
Algunas de las señales de advertencia son: (Fuente: Teen Suicide is Preventable-APA):
Hablar sobre la muerte: cualquier mención sobre la muerte, desaparecer, saltar o algún tipo de autolesión,…
Pérdida reciente: haber vivido recientemente alguna muerte cercana, divorcio, rotura de una relación, haber perdido la confianza en sí mismo, la autoestima, la pérdida de interés por los amigos, pasatiempos o actividades que anteriormente disfrutaba.
Cambio de personalidad: triste, retraído, irritable, ansioso, cansado, indeciso, apático.
Cambio de comportamiento: incapacidad para concentrarse en las tareas escolares, laborales o rutinarias.
Cambio en los patrones de sueño: insomnio, a menudo con despertar temprano o dormir demasiado, pesadillas.
Cambio en los hábitos de alimentación: pérdida de apetito o de peso, o lo contrario, comer en exceso.
Miedo a perder el control: actuar erráticamente, perjudicarse a sí mismo o a los demás.
Baja autoestima: sentirse inferior, sentir vergüenza, culpa, odio a uno mismo, o verbalizaciones como “todo el mundo estaría mejor sin mí”.
No tener esperanza en el futuro: creer que las cosas nunca mejorarán o que nada cambiará.
Mientras que las políticas preventivas como las de tráfico parecen haber conseguido disminuir la cifra de víctimas por este motivo, en España faltan todavía planes o estrategias nacionales de prevención del suicidio que podrían evitar hasta 4.000 muertes al año, según datos del Instituto nacional de Estadística. Tal y como apuntan los expertos, para poder abordar este problema en nuestro país y prevenirlo, sería necesaria una correcta visibilización del suicidio por parte de los medios de comunicación, crear mayor conciencia social del problema y la creación de un plan nacional.
En otros países hay ya esfuerzos nacionales para prevenir el suicidio, que incluyen programas de educación escolar, teléfonos de atención en crisis, directrices a los medios de comunicación, y en el caso de EEUU, la limitación del acceso a las armas de fuego.

Fuente: Infocop

viernes, 2 de junio de 2017

VARIABLES PREDICTORAS DE LA ADICCION AL TRABAJO

A nuestro alrededor, cada vez hay más personas que dedican demasiado tiempo al trabajo, esto afecta a muchos ámbitos de sus vidas (relaciones sociales, felicidad, salud, etc.), no es una situación nueva, sino que ya fue descrita en 1968 por Oates, quien la denominó workaholism (adicción al trabajo). Diversos autores nos definen un adicto al trabajo como una persona que, debido a causas internas, se siente impulsada a trabajar sintiéndose culpable si no lo hace. Estas personas, presentan varios patrones de conducta característicos como: pasar excesivo tiempo en el trabajo con las actividades intrínsecas que conlleva el mismo, produciendo consecuencias negativas en su desarrollo social, familiar y de ocio; tener muchas expectativas en su trabajo, más allá de los requerimientos del mismo y de sus necesidades económicas; dedicar al trabajo más energía de la necesaria; la persistencia y la frecuencia que tienen en su trabajo hacen que piensen en él aunque estén fuera del mismo.
En este estudio (Serrano-Fernández, 2014), se comprobó si a través de determinadas variables podemos predecir esta adicción, teniendo en cuenta que otros autores han encontrado relación entre la adicción al trabajo y el tipo de personalidad, también se ha determinado que una alta involucración en el trabajo, junto con altas puntuaciones en rasgos obsesivo-compulsivos parece llevar hacia la tendencia a trabajar innecesariamente.
Algunos autores, también relacionan positivamente la adicción con el engagement, aunque constituyen dos conceptos diferentes debido a que la adicción al trabajo tiene consecuencias negativas y el engagement las tiene positivas en términos de bienestar y rendimiento. Por ese motivo, en las empresas se debería prevenir la adicción y estimular el engagement. También la relación entre trabajo, autoeficacia y adicción al trabajo es positiva, y como la autoeficacia genera bienestar, unos altos niveles de autoeficacia podrían estar relacionados con altos niveles de adicción al trabajo.
En lo que se refiere al estilo de vida de los trabajadores adictos, su estado positivo aumenta más cuando pasan tiempo realizando deporte y ejercicio físico, que cuando pasan tiempo en actividades relacionadas con el trabajo. Algunos autores encontraron que altas puntuaciones en driven reducían el equilibrio entre la vida laboral y la satisfacción con la vida, pero mejoraban el rendimiento de los empleados. Mientras que el disfrute por el trabajo (work enjoyment) se asoció positivamente con la satisfacción vital. Relacionándose, la adicción al trabajo, con un aumento de la mala salud y una disminución en la satisfacción con la vida, además de que al tener menos tiempo se encuentra una mala calidad en la relación de pareja que crea conflictos.
En el modelo predictivo se utilizaron como indicadores: Personalidad, Engagement, Autoeficacia, ICO (componente Obsesivo-complusivo), Satisfacción con la Vida y Estilo de Vida. Utilizamos modelos de regresión lineal múltiple para probar los efectos sobre las cuatro variables criterio referentes a la Adicción al Trabajo. Los participantes fueron 513 trabajadores españoles en activo.
Los resultados obtenidos nos muestran que el Driven (o presión interna para trabajar) se predice de manera directa por el perfeccionismo, la absorción y el crecimiento y de manera inversa por la satisfacción con la vida, la amabilidad, la nutrición y la dedicación. Disfrutar en el trabajo (work enjoyment), puede predecirse directamente por la absorción, la responsabilidad hacia la salud, el crecimiento y la dedicación y de manera inversa por la nutrición, la apertura a la experiencia y la satisfacción con la vida.
Por otro lado, el trabajo excesivo, se predice directamente por la absorción, el perfeccionismo, la autoeficacia y la responsabilidad hacia la salud. Y de manera inversa con satisfacción con la vida, actividad física, estabilidad emocional y nutrición. Y trabajar compulsivamente, puede predecirse por el perfeccionismo, la absorción, la autoeficacia y el crecimiento. De manera inversa por la satisfacción con la vida, la estabilidad emocional, la dedicación y nutrición.
Estos datos nos proporcionan importantes implicaciones con respecto a la Adicción al Trabajo a considerar para una adecuada gestión de los recursos humanos dentro de las organizaciones. Entre ellas destacamos: la formación de los empleados en aspectos como responsabilidad hacia la salud, actividad física y nutrición, así como fomentar el crecimiento y las relaciones personales.

El artículo completo puede encontrarse en la revista Psicothema

Serrano-Fernández, M. J., Boada-Grau, J., Gil-Ripoll, C., & Vigil-Colet, A. (2016). A predictive study of antecedent variables of workalcoholism. Psicothema, 28, 401-406. doi: 10.7334/psicothema2015.345.

LOS PACIENTES ONCOLÓGICOS QUE ACUDEN AL PSICÓLOGO TIENEN MEJORES RESULTADOS

Los pacientes oncológicos que reciben  atención psicológica  durante el proceso de su enfermedad presentan  mejores resultados terapéuticos ...